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¿No puedes dormir? Descubre cómo el estrés y la ansiedad afectan tu descanso y qué hacer al respecto

Dormir bien es esencial para la salud física y mental, pero el ritmo acelerado de vida y las preocupaciones constantes hacen que muchas personas sufran de insomnio relacionado con el estrés o la ansiedad. Los trastornos del sueño se caracterizan por dificultades para conciliar el sueño, despertares nocturnos o sensación de no haber descansado al despertar.

 

Cuando la mente está activa por preocupaciones laborales, personales o emocionales, es común que el cuerpo permanezca en estado de alerta, dificultando el descanso nocturno. En estos casos, el insomnio se convierte en un síntoma directo de un desequilibrio emocional.

 

Para mejorar el sueño, es fundamental aprender a manejar el estrés y adoptar una buena higiene del sueño. Algunas estrategias incluyen:

  • Establecer rutinas relajantes antes de dormir.

  • Evitar el uso de pantallas al menos una hora antes de acostarse.

  • Realizar actividades como la meditación, respiración consciente o ejercicio físico moderado.

  • Acudir a un profesional si el problema persiste.

No dormir bien de forma continuada puede tener consecuencias graves sobre la salud, como alteraciones en el sistema inmunológico, problemas de concentración, irritabilidad o incluso trastornos más severos.

 


* Este artículo es un resumen, para leer el artículo original puedes acceder a través de este enlace a la página de TopDoctors.

 

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