Es una alteración en la estabilidad mental que puede provocar desajustes emocionales, de pensamiento, de conducta, conflictos en las relaciones y pérdida de
contacto con la realidad. Siempre se puede trabajar sobre los trastornos mentales, buscando la estabilidad mental necesaria para poder ser funcional. La psicoterapia consigue, mediante un trabajo conjunto de
paciente-terapeuta, un mayor autoconocimiento del mundo interno y esto aporta una serie de recursos nuevos para afrontar la vida.