La ansiedad es una emoción que todos hemos sentido alguna vez, cuando nos enfrentamos a una situación que nos parece difícil o peligrosa. La ansiedad nos ayuda a prepararnos y a reaccionar ante el reto, pero cuando es demasiado intensa, frecuente o prolongada, puede convertirse en un problema que nos impida disfrutar de la vida y nos cause malestar físico y mental.
Podríamos decir que la ansiedad es nuestro cerebro activando el modo supervivencia. De alguna manera nuestro cerebro entiende que hay una amenaza y se activan las funciones más antiguas del cerebro, haciendo que el resto de funciones superiores dejen de funcionar tan bien: concentración, memoria, razonamiento, etc.
La ansiedad se manifiesta con síntomas como nerviosismo, miedo, preocupación, palpitaciones, sudoración, dificultad para respirar, pensamientos
negativos, dificultad para concentrarse, comer mucho, comer poco, gritar, aislamiento, etc. Puede tener diferentes causas, como factores genéticos, biológicos, psicológicos, sociales o
ambientales.
Se puede tratar con diferentes tipos de terapias psicológicas, el objetivo es ayudar a la persona que la padece a identificar y modificar sus pensamientos y conductas que generan y mantienen la ansiedad, a enfrentarse gradualmente a las situaciones que le provocan ansiedad, a desarrollar habilidades de afrontamiento y de relajación, y a mejorar su autoconfianza y su bienestar. En algunos casos, también se puede recurrir a la medicación, siempre bajo supervisión médica.
Una idea que puede ayudar a afrontar la ansiedad es pensar en la amenaza o preocupación que puede haberla desencadenado. Las cosas que puedes hacer para afrontar la ansiedad son generalmente tener conductas como si esta amenaza o preocupación no existiera, como diciéndole a tu cuerpo que está todo bien: no pensar en lo que te angustia, respirar de manera calmada, dedicar tiempo a otras cosas que te den placer, centrarte en el aquí y el ahora, etc.
No siempre se puede afrontar la ansiedad, aún así tenemos que tener presentes la mayoría de recursos que nos puedan ayudar tanto a corto como a medio o largo plazo. Además de acudir a un profesional de la salud mental que te pueda acompañar en el proceso, hay algunas medidas que se pueden tomar para prevenir y gestionar la ansiedad de forma autónoma:
1. Mantén un estilo de vida saludable
Cuidar tu salud física y mental es fundamental para prevenir y reducir la ansiedad. Algunos hábitos que te pueden ayudar son:
- Dormir lo suficiente y tener una rutina de sueño regular.
- Alimentarte de forma equilibrada y variada, evitando el consumo excesivo de azúcar, cafeína, alcohol o tabaco.
- Hacer ejercicio de forma moderada y regular, que te ayuda a liberar endorfinas y a reducir el estrés.
2. Practica técnicas de relajación
La relajación es una herramienta muy útil para combatir la ansiedad, ya que te permite reducir la activación fisiológica y emocional que produce el estrés. La relajación te ayuda a calmar tu mente, a regular tu respiración, a relajar tus músculos y a mejorar tu estado de ánimo.
Hay diferentes técnicas de relajación que puedes practicar: la respiración profunda, el escáner corporal, la relajación progresiva de Jacobson, las técnicas de respiración (cuadrada, triangular, diafragmática, 478...), la meditación, el mindfulness, el yoga o el tai chi.
3. Modifica tu forma de pensar
La forma en que pensamos influye en cómo nos sentimos y cómo actuamos. Muchas veces, la ansiedad se debe a que tenemos pensamientos negativos, irracionales o catastrofistas, que nos hacen ver la realidad de forma distorsionada y nos generan miedo, inseguridad o desesperanza. Para cambiar estos pensamientos, podemos aplicar algunas estrategias, como:
- Identificar los pensamientos que nos provocan ansiedad y cuestionar su validez y su utilidad.
- Sustituir los pensamientos negativos por otros más positivos, realistas y adaptativos.
- Usar afirmaciones positivas que nos motiven y nos tranquilicen.
Estas son solo algunas de las formas de afrontar la ansiedad, pero hay muchas más. Lo importante es que busques la que mejor se adapte a ti y a tu situación. Recuerda que la ansiedad es una emoción normal, nos está avisando de algo y se puede superar con la ayuda adecuada.
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