La invalidación emocional es cuando alguien pone en duda que una emoción, o la expresión de una emoción, es adecuada a lo que está pasando. Podemos invalidar queriendo o sin querer, a nosotras mismas, a las demás o nos pueden invalidar.
¿Cómo se invalida una emoción? Principalmente quitándole peso o haciendo sentir que "no toca". Podemos ver ejemplos como "no es para ponerse así", "no hace falta que llores", "te pones mal por nada", "eres una exagerada/loca", "tienes mucha tontería en la cabeza", "yo estoy peor y no me quejo"....
¿Cuál es el problema de la invalidación emocional? Pues que, como las emociones no son algo que elijamos, puede afectar al valor de la persona a la que se le invalida la emoción, a.k.a. a su autoestima.
¿Cómo vamos a valorarnos bien si nos dicen que el problema que no nos deja dormir no es para tanto? No se puede.
Hay muchas maneras de invalidar las emociones: juzgando, minimizando, culpabilizando, castigando, mostrando desinterés o evitando que esas emociones se manifiesten.
Cuando invalidamos o nos invalidan alguna emoción, probablemente estamos/están intentando ayudar/nos, puede que no se esté "gestionando bien" una emoción y sea una manera de hacerlo notar, pero no está bien.
Cuando interiorizamos esa invalidación lo habitual es que sea una movida que necesite trabajarse en profundidad.
Las emociones, sobre todo las emociones básicas que podemos leer en libros como "El monstruo de colores" o podemos ver en películas como "Inside out", son las cosas que siente nuestro cuerpo cuando pasan cosas a nuestro alrededor; es la manera que tiene nuestro cuerpo de comunicarse con nosotras.
Como consejo, que no debería darlos, propongo que intentemos escuchar a las personas y ver por qué se sienten como se sienten. Vernos también a nosotras mismas e intentar entender por qué nos sentimos como nos sentimos. Y, si eso, después, ver cómo ayudar.
Pero sólo con escuchar/nos ya está bien, de verdad, no hace falta liarse.
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