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Manejo de la ansiedad

Vivimos acelerados: trabajo, familia y pantalla tras pantalla nos mantienen en tensión. Aunque un poquito de estrés nos activa, cuando se hace crónico aparece la ansiedad y derriba nuestro bienestar. Conectar con uno mismo, poner límites, respirar con conciencia, mover el cuerpo y desconectar de las notificaciones son pasos sencillos pero poderosos. Acompáñanos a descubrir estrategias prácticas para recuperar el equilibrio en tu día a día.

 

¿Qué son la ansiedad y el estrés?

  • Estrés: respuesta natural ante retos o amenazas. Nos pone en modo “alerta” (corazón acelerado, tensión muscular), útil a corto plazo, pero peligroso si se alarga.

  • Ansiedad: preocupación o miedo constante ante el futuro. Se cuela sin motivo evidente y nos roba la tranquilidad.

 

¿Por qué nos pasa?

En este mundo digital:

  •     Exceso de información (emails, redes, noticias).
  •     Expectativas altas: objetivos laborales, presiones sociales.
  •     Multitarea: cambiar de tarea en tarea eleva el cortisol.

Todo suma para que nuestra mente no encuentre pausa.

 

Estrategias prácticas para manejar ansiedad y estrés

  1. Establece límites
    • Aprende a decir “no” y delega cuando puedas.
    • Define horarios fijos de trabajo y de descanso.

  2. Conecta con el momento (mindfulness)
    • Dedica 5 minutos al día a una pausa consciente: observa tu respiración, tus sensaciones.
    • Prueba apps de meditación guiada para iniciarte.
  3. Respira con intención
    • Inspiraciones profundas hasta el abdomen, breve pausa y respiración lenta.
    • Repite 5 ciclos para activar el sistema parasimpático y calmarte.
  4. Muévete cada día
    • Caminar, correr, yoga o cualquier actividad que disfrutes.
    • El ejercicio libera endorfinas y mejora el sueño.
  5. Planifica tu tiempo
    • Prioriza tareas y divide proyectos grandes en pasos pequeños.
    • Usa listas o apps sencillas para evitar olvidar cosas.
  6. Desconecta de la tecnología
    • Bloquea notificaciones fuera de tu horario.
    • Reserva momentos sin pantalla: lectura, paseo, charla presencial.
  7. Apoyo social
    • Habla con amigos o familiares: compartir alivia la carga.
    • Si lo necesitas, busca un profesional de la salud mental.

¿Cuándo buscar ayuda profesional?

Si notas que ninguno de estos recursos rebaja tu tensión, o que la ansiedad interfiere en tu trabajo, sueño o relaciones, un psicólogo puede acompañarte a:

  • Detectar patrones que te bloquean.

  • Aprender técnicas personalizadas de afrontamiento.

  • Fortalecer tu resiliencia y bienestar emocional.

 

Consejos finales

Gestionar la ansiedad y el estrés en un mundo acelerado es posible con hábitos sencillos: poner límites, practicar mindfulness, respirar profundo, hacer ejercicio, planificar y desconectar de la tecnología. Si lo intentas y sigues sin notar mejoría, no dudes en buscar ayuda profesional. ¡Tu salud mental es tu mayor tesoro!

 

 


* Este artículo es un resumen, para leer el artículo original puedes acceder a través de este enlace a la página de TopDoctors.


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